miércoles, 27 de febrero de 2008

La arquera

Las mujeres tenemos un enorme instinto de protección ¿quien ha dicho que somos el sexo débil?

Nuestro hogar era la naturaleza, vivíamos en grandes bosques construyendo nuestras viviendas en las copas más altas de los arboles, a veces el lugar de residencia y protección eran las montañas donde construíamos laberintos donde nos refugiábamos de las tempestades o de los enemigos que pretendían romper nuestra paz.

Eramos mujeres, nos elegían al nacer para formar parte de este grupo formado única y exclusivamente por mujeres. Eramos guerreras o agricultoras, cazadoras o sanitarias, nuestra función era cuidar de nosotras mismas y de la madre naturaleza que alimentaba a nuestros retoños y nos daba vida, enseñándonos la mayor sabiduría jamás escrita por manos humanas.
Los hombres a su vez tenían sus grupos y sus funciones y nos reuníamos de vez en cuando con ellos, algunas para ligar, otras simplemente para procrear y las más negociadoras aprovechaban estas ocasiones para realizar intercambios económicos o fructíferos para nuestra comunidad.

Yo tenía un secreto, amaba a una de las compañeras protectoras de la tierra. Era una arquera, vigía de nuestras guaridas y cazadora de grandes presas que nos alimentaban. Ágil, esbelta, rápida y fuerte, se mezclaba con la naturaleza hasta el punto de parecer una felina. Silenciosa y perfecta, ella era mi arquera.

Mi trabajo era cuidar de los animales, amaestraba a los caballos, alimentaba a los perros, cuidaba y limpiaba a nuestras vacas, etc. Sentía predilección por los caballos, nobles, fuertes e inteligentes, me encantaba montar sobre su lomo y dejarme llevar por ellos, sintiendo el viento sobre mi cara.

La arquera por su función, tenía mucho trato conmigo, yo cuidaba de su montura, una hermosa yegua negra. En soledad enseñaba a bestia a regresar siempre a nuestro hogar, para que en caso de accidente, mi arquera pudiese regresar al campamento. A ella nunca le contaba nada, tenía miedo a que me rechazase.

Una mañana ella, salio a cazar, se montó a lomos de su caballo, con su arco a la espalda y su cabellera al viento. Su visión era mi perdición, mi escondido deseo.

Esa noche ella no regresó, pasaron dos días y mi amada arquera no daba noticias de vida. Por las tardes cuando finalizaba mi trabajo, la buscaba por los alrededores temiendo que algún mal le pudiese acechar. Silbaba para llamar a su corcel negro, pero nada sucedia. Mi corazón temía no volver a verla, no poder decirle jamas lo que realmente sentía.

Por la mañana llego la yegua, con ella agotada y herida en su lomo, estaba viva. La lleve a mi tienda e intente curarla, la besaba mientras dormía. Lavaba sus heridas y rezaba a los dioses para que se quedase con nosotras. La arquera deliraba, no llegué a entender que susurraba, jamás lo pregunté.

Por fin una noche se despertó, no pude controlar mi emoción y la bese en los labios, abrazándola suavemente por miedo a hacerle daño en sus heridas.

-Siempre supe que estabas a mi lado- me dijo.

Correspondió a mi amor, mejor que en los sueños que habitaban mi corazón, el miedo es el peor enemigo del amor y por miedo podemos llegar a perder lo que más amamos.
Sabed que la arquera, envejeció a mi lado

martes, 26 de febrero de 2008

Noches de pasión y soledad

Los tabúes han provocado durante siglos represiones de todo tipo, la represión sexual sobre todo sigue afectando a las mujeres...

Me sentía sola y apática, llevaba varias noches sin sentir tu cuerpo tumbado a mi lado, tus manos recorriendo mi piel, tu aliento acariciando mi cuello mientras me abrazas por detrás, tus dedos buscando cualquier novedad e indagando entre mis piernas encontrando secretos insospechados y casi siempre novedosos.

Las madrugadas se convierten en largas horas sumidas en una triste oscuridad si no estás junto a mí, mi estado de animo se ve afectado durante el día sintiéndome triste o decaída o incluso malhumorada. Las escenas picantes de las películas se convierten en una dulce tortura si tus artes amatorias no están disponibles en esos momentos de pasión interna.

Me esperaba otra noche de soledad en nuestra alcoba, estaba cansada y decaída pero por alguna razón no era capaz de entablar el sueño. No paraba quieta, giraba nerviosa por la cama deshaciendo las colocadas y estiradas sabanas. Cerré los ojos intentando relajarme e intente respirar despacio y profundamente para relajarme, mi pecho se movía hacía arriba y hacía abajo marcando el ritmo de mi movimiento respiratorio.

Una suave voz femenina invadió mis pensamientos; era una voz atractiva, suave y profunda, pausada , delicada e increíblemente sensual. Voz hipnotizadora de sentidos, capaz de convencer y controlar a cada sonido mi raciocinio. Como si de un hechizo se tratase mi respiración se fue tornando cada vez mas y mas fuerte, mi cuerpo subió de temperatura y mis piel comenzó a sudar para mitigar esa nueva sensación. La voz mientras tanto no paraba de susurrar, intercalando suspiros irresistibles para mí. Sin embargo nadie mas que yo, estaba en esa cama.

Obedeciendo fielmente a esa desconocida hechicera nocturna, mis manos acariciaron mi cuerpo, suavemente, con la sabiduría de quien te conoce desde que has nacido. Recorrieron acompasadas de la femenina voz mis pechos, mi ombligo, mis manos y la voz se convirtieron en una sola alma. Yo solo podía sentir placer.

Mis manos bajaron hasta las ingles, separaron con agilidad la ropa interior, dejando mi excitada piel en contacto con las sabanas como unas expertas amantes y mientras la voz gemía placenteramente, se deslizaron por mi sexo, provocando a su vez que suspirase de placer.
Perdí la noción del tiempo y casi de mis emociones, una sacudida de sensaciones incontrolables, hizo que temblase durante segundos cayendo agotada y feliz sobre la almohada que sujetaba mi cabeza. El teléfono sonó, lo levante y escuche tu voz : “Te Amo” . Me dormí aunque en la distancia abrazada a ti.

Por la mañana la voz femenina me despertó.

-Soy el hada que cuida de tu cuerpo, escúchame, déjate llevar y serás feliz.

Todas tenemos una excitante y bella hada que vigila nuestras sensaciones nocturnas...

jueves, 21 de febrero de 2008

La guitarra

Los instrumentos de cuerda tienen algo especial y las mujeres que los tocan más...

La música calma a las fieras, ayuda a relajar, a excitar, a mejorar la capacidad intelectual y en numerosas ocasiones ayuda incluso a unir parejas. Todo el mundo tiene una canción que le recuerda algo especial o al escuchar ciertas melodías se recuerdan conversaciones o situaciones hermosas.

La guitarra es un instrumento especial, forma de mujer,madera y cuerdas que emiten sonidos que resuenan en su caja provocando melodías a veces imposibles.

Siempre que voy a trabajar, en la misma calle, en la misma esquina y a la misma hora, todos los días una bella muchacha toca su guitarra, canta canciones de amor, unas conocidas y otras compuestas por ella misma. Los sonidos de esa guitarra parecen transportarnos a todos los que pasamos por allí a lugares mejores donde el amor es el mayor gobernante y los besos el salario de cada mes.

En algún momento le dí alguna moneda a esta música callejera y de vez en cuando un cigarro de mi paquete de veinte. Me gustaba escuchar su voz, si no estaba incluso la notaba en falta y buscaba la funda de su instrumento en el suelo continuando mi camino hacia mi jornada laboral.

Una noche, una pareja de amigas mías tuvieron una fuerte discusión decidiendo no volver a hablarse si quiera. Ambas mujeres lloraban y me contaban por separado que se amaban y que no sabían que hacer, se arrepentían de tamaña decisión y su corazón estaba encogido por el dolor y la tristeza.

No podía evita estar triste, una mañana la chica de la guitarra, se acerco a mi preguntándome sorprendentemente que sucedía. La invite a un café y le conté la pena que sentía por mis dos amigas. La muchacha de la guitarra se hizo cargo “por las monedas” y durante unos días nada supe ni de mis amigas ni de la guitarrista.

A la semana siguiente la joven pareja ya estaba junta gracias a la guitarra.
La muchacha de la esquina, era un ser mágico. Regalaba amor con su guitarra y buscaba desde su posición personas a las que ayudar, las cuerdas cuando vibraban emitían sentimientos y magia. El poder de esta fantástica mujer residía en regalar amor y evitar que parejas realmente enamoradas se separasen para siempre.

Esta chica tomaba múltiples formas para acercarse sobre todo a las parejas de chicas repartiendo melodías como si de una tuna entera se tratase.

El amor no sabe de orgullo, el amor no sabe de engaños. Si alguna vez la soledad o el enfado toman tu alma, recuerda, la música de una guitarra puede recuperar tus sentidos e infundir felicidad.

Las ratoncitas

Una amiga me relató que por las noches, cuando era niña jugaban con sus manos. Esta es su historia adaptada, la cama guarda grandes secretos....

Cuando era niña y me quedaba sola en la habitación, notaba como alguien jugaba con mis manos entre las mantas, apartaba la mano asustada y me acurrucaba entre las mantas a modo de ovillo, dejaba pasar un tiempo prudencial y buscaba entre la oscuridad que era aquello que jugaba a hacerme cosquillas en mis pequeños dedos, pero nunca encontraba nada, así que me dormía enseguida sin averiguar tamaño misterio.

Por la mañana, antes de que mis padres viniesen a despertarme para llevarme al colegio, rebuscaba entre las sabanas y el colchón para descubrir aquello que me quitaba el sueño siempre inútilmente hasta que deje de prestar atención a aquellas sensaciones y me hice mayor, una mujer hecha y derecha como dicen en mi tierra.

De vez en cuando recordaba esos juegos infantiles y emulaba mi búsqueda nocturna entre mi edredón sonriendo al ver cuanto de inocente puede llegar a ser una niña. Pero algo cambio mi visión de la situación.

Una noche solitaria en mi cama, triste por no sentir el cuerpo de mi mujer dormida a mi lado, note un hormigueo en la palma de mi mano, lentamente levante la ropa de cama cuando descubrí dos ratoncitas correteando por el colchón. Abrí la boca ante tal descubrimiento y apenas me atrevía a toser.

Parecían sacadas de un cuento, llevaban unos mandiles de color rosado y unos gorritos en la cabeza por los que salían sus pequeñas orejas, jugaban y tiraban de mis dedos como si les pareciese un juego divertido, reían y saltaban, susurraban palabras entre ellas pero yo no las podía escuchar, solo observar.

-Mira cariño, se ha despertado-dijo una de ellas.
-Ya veo ya, vamos a saludarla a ver si se anima- respondió la otra moviendo sus bigotes.
-¿Y si nos hace daño?-replicó la primera
-No creo, es buena niña mi amor, confía en ella-afirmó la segunda con los brazos en jarra.

Esperé para ver que decidían, vistas desde mi tamaño, parecían un divertido matrimonio de roedores lésbicos, de esos que llevan toda la vida juntos y discuten por las mayores nimiedades aunque se adoran y respetan, tanto como para envejecer juntas. Me decidí por fin a saludarlas yo a ellas.

-Buenas noches-dije casi susurrando.

Las ratoncitas parecieron sorprenderse de mi descubrimiento, hicieron el amago de esconderse pero al final saludaron con sus pequeñas patitas. Estiré mi mano y se sentaron en ella, las acerque a mi cara para escucharlas mejor y entonces me contaron que cuando era un bebé construyeron su hogar en mi cuna, adoptandome como hija “humana”, desde ese momento todas las noches vigilaban mi sueño encargándose de demostrarme que dos mujeres pueden casarse y llegar a abuelitas juntas.

Las pequeñas roedoras convirtieron mis sueños en hermosos y me enseñaron cada día de mi vida desde que nací que lo importante es lo que sientes no lo que ves. Amas a una persona no a un cuerpo.

Noche tras noche juegan con mis manos y en mi cama, despiertan mi imaginación y si ella no está (mi mujer) suplen su ausencia con increíbles historias de amor entre ratoncitas lesbianas.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Sirenas nocturnas

Los sueños se pueden convertir en realidad, solo es cuestión de creer... Nada es imposible

La noche se acercaba, el sol se escondía detrás del mar dibujando nubes con tonos rojizos, sentía la arena todavía caliente debajo de mis pies y me senté a disfrutar de esa brisa marinera y de ese olor tan especial a libertad que solo disfrutan las tierras bendecidas por las olas de agua salada.

Adoro el mar, puedo pasarme horas observando las corrientes y los dibujos que pinta el aire cuando besa a su amado océano. Pierdo la noción del tiempo en estas situaciones y a veces la noche cerrada me indica que es el momento de regresar a mi hogar.

La temperatura era cálida, me tumbe en la arena a disfrutar de un momento de armonía, cerré los ojos para escuchar la perfecta sinfonía de la naturaleza, las olas rompiendo en las rocas, y esa noche ademas el mar traía el sonido de risas, femeninas, divertidas, sensuales. El ruido del mar se mezclaba con unas voces hipnóticas que parecían elevarme a otro lugar diferente, especial.

Me dormí unos minutos, cuando abrí los ojos, las estrellas iluminaban la noche. Las risas femeninas continuaban, me desperecé y observe un grupo de hermosas mujeres con sus torsos desnudos correteando por la playa.

Jóvenes chicas con cuerpos casi perfectos, curvas impresionantes para los ojos de cualquier mortal, largos y oscuros cabellos que cubrían la espalda de esta magnifica creación. Jugaban entre ellas a la pilla, algunas como niñas pequeñas dibujaban corazones y castillos en la arena húmeda. Se besaban con pasión y ternura a la vez. Ante tal espectáculo no me atreví ni a toser.

Me senté en la toalla, mi corazón latía con fuerza y mi cuerpo quería bailar y jugar con aquellas hermosas mujeres que me acaban de hechizar con sus movimientos delicados y sensuales. Por segundos quería ser yo la que recibiese esos besos apasionados de esos perfectos y rojos labios.

Una de las chicas pareció percatarse de mi presencia. Se dirigió hacía mi toalla, se sentó a mi lado y me ofreció mi sudadera que estaba llena de arenas.

-Hace frío, deberías abrigarte- dijo amablemente.

-Si es verdad, tienes razón-me temblaba la voz al tenerla tan cerca.

Cogió mi mano y me llevo a la orilla, no sabía que hacer ni que decir ante tal preciosidad, me temblaban las piernas incluso y sus ojos despertaban en mi instintos dormidos y reservados para momentos de lujuria con otras mujeres. Sin mediar palabra, me besó dulcemente en los labios, colocó mis manos en su cintura y su lengua jugo con la mía de una forma mágica e indescriptible, mis manos se deslizaron por su suave espalda acariciando la piel de la mujer más perfecta que hasta el momento conocí. Ella correspondió acariciando mis pechos, y perdidas las dos a la orilla del mar hicimos el amor colmando nuestros cuerpos de orgasmos imposibles.

El amanecer llegó, la luz de sol golpeó mis ojos soñolientos, me giré y ella dormía plácidamente a mi lado. Tengo una gran suerte, la mujer de mis sueños esta a mi lado, esa sirena que navega entre las tempestades y el fondo de los mares para protegerme y traerme la felicidad. Belleza que me embelesa y me vuelve loca, mi sirena nocturna eres tú.


No existe nadie más mágico que la persona que amas y además te ama.



martes, 19 de febrero de 2008

Amor a la vida

Si amas a alguien intentas no hacerle daño jamás

Hace muchos muchos años una historia sacudió el mundo mágico, cambiando la vida de dos seres fantásticos y hermosos, ciertas cosas jamás se deben olvidar.

Ella era un ser oscuro, a veces cruel y malvado, podía sentir amor y tristeza, su sensibilidad era extrema y su pálida belleza enamoraba a quien la miraba poniendo en peligro en la mayoría de los casos su existencia. Era una vampira, hermosa, inmortal, poderosa y peligrosa. Un halo de misterio rodeaba todos sus movimientos y su mirada denotaba en algunos momentos fugaces un brillo de bondad y quizás de humanidad.

En el reino la temían, por su condición buscaba presas fáciles para alimentarse provocando estragos, dolor y pena en todo lo que la rodeaba, incluso en ella misma. Paseaba por los bosques, se colaba entre las alcobas de los palacios, disfrutaba de las fiestas, mostrando siempre un gesto de dureza que no siempre era real.

En nuestro mundo mágico un ser amaba a esta hermosa, cruel y temeraria vampira. Una dama del bosque, protectora de los animales y la vida, defensora y guardiana de los secretos de los bosques encantados. Creadora de vida, torre de vigía de los campesinos que habitaban en sus fronteras invisibles de la naturaleza.

La dama observaba al oscuro ser desde las copas de los árboles, provocando a veces que la vampira no tuviese alimento vivo que llevarse a la boca, descubría a lo lejos la soledad y la tristeza que acompañaban a la malvada o quizás no tanto, mujer cazadora de sangre. La temía y la adoraba, a la dama le fascinaba la blanca piel del ser nocturno, esos ojos profundos y antiguos tanto o más que ella.

Una noche cansada de vigilar a su amada a lo lejos, decidió acercarse a ella a sabiendas del peligro que corría, se enfundo su mejor traje de gala y con temor en el cuerpo se le presentó utilizando como defensa la bruma de la noche.

-¿A donde vas?-preguntó la dama
-¿No me temes?-sonrío orgullosa el vampiro mujer
-No, yo guardo y protejo este lugar, sé que no me vas a creer pero también te protejo a ti-
-¿A mí? Aléjate eres demasiado hermosa para que estropee tu belleza, no quiero hacerte daño- dijo socarrona la vampira
-Te salvo de tu soledad- con esta frase, la dama desapareció de los ojos de la vampira.

Durante meses y no acostumbrada a tal atrevimiento el nocturno ser busco sin resultado a la dama del bosque, que divertida, seguía sus pasos, haciendo siempre algo que provocase el enfado o la risa de la tenebre mujer. Una noche vio llorando a su oscuro fetiche no pudiendo evitar colocarse a menos de cinco centímetros de ella para consolarla, arriesgándose a perder su vida por amor.

-No me temas, para ti no soy cazadora, soy un conejo en las fauces de un lobo. He intentado provocarte daño y no he sido capaz, déjame amarte como sé que lo haces conmigo.

Desde esa noche, la dama del bosque y la vampira, vagan juntas respetando el espíritu protector de la dama y calmando el terrible instinto cazador de un ser nacido y creado para beber sangre. Si amas a alguien aprendes a no hacerle daño, si amas aprecias la vida y por ello cuidas y mimas lo que te rodea evitando todo mal a aquello que amas, tu mujer.

jueves, 14 de febrero de 2008

San Valentín

Todos los días del calendario tienen algo especial, el 14 de Febrero las lesbianas también celebramos el día de San Valentin

Hoy es un día muy especial, estamos en San Valentin, para muchos un día de gastos inútiles, para otros un día donde el romanticismo ocupa las veinticuatro horas del día. Para mí nunca ha tenido demasiada transcendencia hasta hoy.

Que estoy enamorada no es un secreto, que mi mujer es lo mejor que me ha pasado es uno de esos secretos a voces y que la magia y la imaginación toman nuestras noches de pareja para llenarlas de ilusión y fantasía creo que ya no hace falta contarlo.

Hoy los regalos rodean a la mayoría de las parejas enamoradas, la nuestra no iba a ser menos; me regaló una de esas cajas de bombones con forma de corazón que contienen unos deliciosos y fantásticos chocolates suizos rellenos de praliné y frutos secos, en cuanto tuve la caja en mis manos se me hizo la boca agua solo de pensar lo ricos que estarían.

Llegamos a casa, era tarde, el cansancio comenzaba a notarse en nuestros cuerpos y los ojos se cerraban luchando contra el sueño que nos vencía poco a poco. Decidimos meternos en la cama para celebrar el catorce de febrero entre sábanas, nos acurrucamos y pusimos música de fondo para ambientar la relajante y a su vez excitante situación. El descanso de la guerrera después de un duro día de trabajo: la piel suave de mi pareja.

Estábamos a punto de dormirnos cuando algo golpeó la ventana del dormitorio, nos levantamos de la cama para ver que sucedía y vimos un pequeño pájaro en el alfeizar, parecía un canario solitario y herido. Abrimos el balcón intentando no hacer ruido pudiendo atrapar de este modo al asustado animal. Lo pusimos en una pequeña caja con un poco de agua pensando en llevarlo al veterinario a la mañana siguiente.

Regresamos a nuestro castillo en casa, la cama, lugar donde los secretos no se pueden ocultar y donde los deseos y los impulsos son mas difíciles de controlar. Con la aventura del ave herida nos despertamos calmando nuestro insomnio de la forma mas hermosa posible, haciendo el amor como dos mujeres eternamente enamoradas, abrazadas y enlazadas como si en una hiedra y una pared nos hubiésemos convertido ambas.

El amanecer llego y nuestro pequeño inquilino necesitaba un médico. Nos levantamos, nos duchamos juntas comiéndonos a besos y a caricias intentando inútilmente que la noche no se desvaneciese en el tiempo.

Cuando fuimos a buscar al canario nos encontramos con un enorme ramo de rosas rojas que llevaba una tarjeta enorme. Llevaba inscrito lo siguiente:ç

“El amor mueve el mundo por amor a la vida, me salvasteis de morir de frío por ello os dejo este regalo. Amaros como mujeres que sois y disfrutad de lo mas grande que he creado, no hagáis caso de necios que proclaman verdades absolutas. Fdo: San Valentin”

Todavía no me creo lo que nos ha sucedido, pero una cosa es cierta, desde que me enamoré de mi mujer soy una chica feliz.

martes, 12 de febrero de 2008

Nocturnidad y alevosía

Los lugares, los momentos y los recuerdos gratos suelen estar acompañados de una grata compañía.

Siempre me venías a recoger a la puerta del trabajo, siempre me gusto ese detalle me hacía sentir importante como una reina mimada y protegida. Tenias un coche pequeño y gracioso y estaba casi mas mimado que esta servidora, llevaba peluches en todos los rincones, en el salpicadero en la bandeja, etc. intentabas darle un toque personal con olores especiales que me encantaban y a veces aunque no lo reconociese tenían ciertos efectos sobre mi libido.

El coche para nosotras era algo más que un simple vehículo, pertenecía a nuestra pequeña familia; las conversaciones intimas y románticas, las declaraciones de amor mas sinceras e incluso las pequeñas discusiones de pareja sucedían en nuestra mini casa. Incluso lo habías bautizado se llamaba Cristian.

Esa noche quería jugar contigo, estabas especialmente hermosa y radiante, ese perfume que llevabas me excitaba de sobremanera y tu sola presencia provocaba que mi corazón se acelerase y que una ligera humedad invadiese mi entrepierna. Busque una excusa para que me llevases con el coche a dar un paseo a una playa alejada, playa a la que íbamos en nuestros momentos de ternura a disfrutar del mar y las arena con la única compañía de las estrellas.

Durante el camino coloque mi mano entre tus muslos mientras apretabas el acelerador y el embrague cambiando de marchas tan profesionalmente como el mejor piloto del mundo. Bese tu cuello suavemente en un par de semáforos en rojo escandalizando a los coches de el carril de al lado . Tanta provocación tuvo su fruto, aparcamos al lado de la arena con la increíble vista del mar nocturno. Me besaste con locura y pasión, acaricie tu cuerpo mientras recostábamos los asientos para estar mas cómodas y tener mayor movilidad para sentir nuestros cuerpos ardientes y calurosos.

El coche comenzó a volar pero en nuestro estado ni cuenta nos dimos de ese detalle, Cristian nos llevo a un castillo donde nos encontramos con una cama enorme y todo lujo de detalles, hasta una bandeja con las frutas mas exóticas y eróticas que la temporada podía dar.

Como si de un mayordomo se tratase el coche desapareció y se fue a un parking cercano.

Desde nuestro palacio en el cielo, en nuestra cama de ensueño hicimos el amor mojando casi todo lo que tocábamos. Nuestros corazones latieron al unisono y nuestras almas temblaron a la vez cayendo nuestros cuerpos rendidos y relajados en una noche que difícilmente olvidaremos.
Por la mañana Cristian nos entrego de nuevo al mundo frío del trabajo, el asfalto y el stress, a pesar de todo descubrimos que lo importante no es el sitio lo que realmente importa es el sentimiento y la persona que te acompaña.

Amad cada día a las personas que os rodean y haced el amor entregando a cada instante cada poro de vuestra piel, os puedo asegurar que el castillo en el cielo al cual nos llevo el coche existe

lunes, 11 de febrero de 2008

La caja

El universo nos depara grandes sorpresas, las mejores las tenemos al alcance de la mano.

Todo el mundo tiene una caja de algún tipo en su casa, cajas importantes que guardan caudales o joyas, cajas de cartón que recogen ropa que apenas utilizamos, cajas que guardan libros o cajas que alojan nuestros grandes tesoros como recuerdos hermosos o fotos de seres queridos.

Mi caja preferida es una caja de metal azul, con dibujos infantiles de niñas jugando en su tapa. Me encanta esa caja porque habitualmente guarda dentro un montón de golosinas deliciosas a las cuales recurro cuando estoy triste o cuando tengo algo que celebrar y además me la regaló mi mujer una tarde que me estaba enferma por culpa de la gripe con lo cual le tengo mas cariño si cabe.

Mi caja de golosinas no guarda ningún tesoro repleto de oro y piedras preciosas, pero posee algo mejor, algo que podría pasar desapercibido, mi caja tiene un inquilino sabio e inteligente.

Si tuviese que elegir lo más importante de mi vida elegiría sin dudarlo ni un solo segundo a mi novia, cuando estoy con ella se detienen las agujas del reloj y se para el tiempo en su mirada. Todo lo que ella me ofrece es mágico y fantástico, y la caja azul con dibujos quizás ha sido una de las sorpresas mas agradables que he tenido.

La noche pasada no podía dormir, tenía frío y estaba sola, encendí mi ordenador para visitar blogs y entretenerme leyendo todo lo que albergan estas webs. Abrí la caja para escoger un caramelo que llevarme a la boca y me encontré con un precioso oso de chocolate con leche que casi no me atrevía a comer de lo bonito que era.

Puse al osito cerca del teclado del ordenador y navegue por hermosas páginas de relatos que acercaban mi corazón a mi amada, cuentos que despertaban mi romanticismo femenino y hasta cierto punto historias que me recordaban que esa noche no dormiría con ella.

-No se te ocurra comerme-dijo el oso de chocolate

-¿Porque no? Eres de chocolate- contesté

-Porque formo parte del regalo que has recibido y no sería ético por tu parte-afirmó moviendo la cabeza.

El oso se puso delante del monitor, impidiendo que pudiese leer los blogs. Comenzó a bailar graciosamente moviendo las caderas y el cuerpo como si estuviese en una discoteca. No pude evitar reírme.

-No debes estar triste, ella siempre está a tú lado y yo soy una pequeña muestra de ello.

No entendía que quería decir con eso y le obligue a que me lo explicase.

Las cajas no solo guardan objetos, también tienen secretos y alojan sentimientos, el muñeco de chocolate con leche, me hizo ver que lo importante no era lo que se veía si no lo que realmente llevaba dentro. Lo importante no era la caja de metal, ni el oso que me hablaba. Lo genial es que con esa caja mi pareja me regalo amor, lo que llevaba dentro era su corazón y eso es lo que me acompaña en mis noches en vela, además de la compañía de esta web de relatos.

No lo olvidéis las cajas pueden guardar los secretos mas ocultos.

jueves, 7 de febrero de 2008

Ángeles y Mortales

Nunca sabemos quien puede guiar nuestros pasos o quien puede amarnos desde la distancia o el silencio.

Tengo miles de años de edad, el ser humano me ha nombrado siempre a lo largo de la historia de miles de formas diferentes la más conocida ángel. Nadie ha acertado nunca a definirnos, nos describen con alas, con túnicas brillantes, sin sexo o de manera masculina, solo saben que nuestro trabajo es proteger y guiar a los seres humanos durante su estancia en la tierra y enseñarles detalles que nosotros hemos aprendido a lo largo de nuestra larga existencia.

Soy un ángel mujer, una angelita. He basado mi vida en el amor a los demás y en los últimos dos años no sé que sucede, creo que me he enamorado.

Ella es hermosa, mortal, joven e inocente. Me pierdo mirando sus enormes ojos oscuros y acariciando su pelo por las noches. Siempre estoy a su lado, la ayudo en su día a día, me muero de celos cuando alguien la besa pero a la vez soy feliz por ver como es capaz de entregarse y amar a la persona con la que está. Me cuelo en sus sueños y me muestro ante ella para hacerle ver que suceda lo que suceda siempre estaré a su lado, nunca estará sola.

No puedo besar sus labios, ni tomar forma humana para estar con ella si hiciese eso, rompería normas estipuladas y creadas desde que se creo el universo, perdería todas las capacidades que poseo y solo podría cuidar a mi protegida desde una forma humana. Quizás debería hacerlo, quizás debería enamorarla y estar con ella, tocarla, olerla, hacerle el amor, todo lo que cualquiera de sus mortales parejas puede hacer y que yo desde mi posición no puedo ni debo.

Le susurro al oído que no tenga miedo, le doy valor cuando tiene miedo, vigilo sus sueños cuando algo o alguien la ataca, protejo su alma y su corazón como nadie jamás podrá hacer. La amo.

Me hace sonreír, sentir, gritar... pero aun así no voy a cambiar de forma por ahora. Lo he decidido. La amo, y por ello deseo que sea feliz, que tenga una vida plena que elija y escoja libremente lo que realmente desee. La cuidaré y la protegeré en esta vida y mil vidas más. Si algún día me necesita estaré con ella, si algún día me pide que tome cuerpo lo haré, pero por ahora y porque la amo, he decidido ser lo más importante de su vida, su protectora, su maestra y en sus sueños, su amante.

No conozco el amor egoísta por ello espero que me comprendáis, solo la tocaré y besaré, cuando ella me lo pida, cuando ella me llamé y me desee, soy su angelita y eso es eterno, como el amor de una pareja enamorada de verdad lo es.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Las Brujas

En numerosas ocasiones las creencias comunes y las ideas inculcadas no traen la felicidad. No todo lo que vemos es lo que parece.

Durante mi larga vida, a veces interminable, he tropezado con cientos de seres de toda índole, duendes, hadas, elfas, ogros y como no podía ser menos brujas. Poderosas, perseguidas, despreciadas y a su vez envidiadas y adoradas. Mujeres descritas en cuentos e historias siempre de manera diferente: mujeres feas y tenebrosas, hermosas y peligrosas, inteligentes y caprichosas; las brujas representan para el ser humano todo lo bueno y malo de una mujer elevando sus defectos o virtudes en su grado máximo.

Hace ya mucho tiempo una hermosa y poderosa bruja servia a las ordenes de un señor malvado y oscuro que atemorizaba a los campesinos del lugar para que sirviesen y obedeciesen su mandato sin rechistar utilizando el temor como la mejor arma que jamás conoció el ser humano.
A pesar de la fama negativa de estas mujeres, la bruja se enfrento a su amo en defensa de su pueblo teniendo que huir lejos de su hogar, dejando atrás todas las comodidades que el señor feudal le podía ofrecer. Vagó errante por los tenebrosos bosques buscando un lugar donde no la atacasen por ser lo que era mujer y bruja, pero nunca hallaba el lugar deseado, el hogar añorado.

Mientras tanto en una isla lejana una joven y hermosa dama, servia a su vez a lo conocido como el bien, era una vestal, hembra preparada para servir a los dioses. Su inteligencia y su cultura, su servidumbre, su virginidad, su vida estaba preparada para servir a sus dioses y a su pueblo que jamás perdonaría ni permitiría que esta afortunada y preciosa mujer amase a alguien mas que no fuesen ellos los adoradores religiosos y sus elegidos dueños del Olimpo.

Nuestra vestal sin embargo quería sentir todo lo que en los libros leía, amor y dolor, placer y lujuría, tristeza y alegría. Un día cansada de su hermosa prisión se marcho como nuestra bruja a la busqueda de la libertad, perdiéndose así todos los placeres materiales de los que disfrutaba hasta el momento.

Vivieron infinidad de aventuras solas, enfrentándose a enemigos terribles como el frío y el hambre, se hicieron fuertes convirtiéndose así en damas mucho mas sabias y mas hermosas de lo que fueron en su lujosa vida pasada pero el destino hizo que cruzasen sus vidas.

La vestal estaba perdida en un bosque encantado que no conocía cuando un extraño árbol enamorado por su belleza decidió atraparla para siempre entre sus raíces. La bruja que recogía plantas para curar a un ciervo herido escucho sus gritos y corrió en su ayuda hipnotizando al malvado árbol para poder rescatar a la dama de entre sus fuertes ramas.

Durante noches la bruja cuido y curó las heridas de la vestal, enamorándose está de los cuidados delicados y cariñosos de este oscuro ser.
La bruja se enamoró a su vez de la belleza y la fortaleza que representaba la femenina y delicada vestal.

Decidieron unir sus vidas para siempre construyendo un lugar mágico y protegido donde estarían resguardadas de todo mal, viviendo juntas para siempre y compartiendo su enorme sabiduría y cultura. Algún día os relataré como estas damas se besaron por primera vez y como consiguieron construir su humilde palacio.

martes, 5 de febrero de 2008

Una niña llamada tristeza

Dedicado a sangblack la más fiel seguidora de este blog y una magnifica persona

Caminaba triste, con la cabeza gacha mirándose las puntas de sus zapatos sucios y gastados. La niña llevaba las manos en los bolsillos y tapaba su cabeza con un gorro de lana que la resguardaba del frío del mes de Febrero, ya no quería jugar.

Todos a su alrededor cantaban y reían pero la niña triste no quería, no le apetecía por su pequeño pero noble corazón parecía que hubiesen pasado dos mil años de amarguras, estaba cansada decía, y ya no quería reír.

La niña llamada tristeza conoció a dos amigas salían a pasear y le contaban cuentos e historias que le hacían pensar en mundos mejores y a veces incluso sonreía y se acostaba soñando con esos cuentos de duendecillas y princesas.

Una noche algo sucedió, un hada se le apareció en sueños. Era un ser encantador, hermoso, con unos ojos que hechizaban a quien los mirase, pura y esbelta. Un hada con su varita. La niña triste tenía una amiga mágica que la cuidaba desde que había nacido y que no soportaba verla triste.

-No voy a ofrecerte 3 deseos, ni voy a llevarte a mi castillo, como sé que eres buena persona, te voy a ofrecer algo mejor-dijo el hada

-¿Lo que?-pregunto la niña.

-Si haces lo que te pido serás feliz.

El hada solo le pidió 3 cosas: La primera fue que soñase con cosas hermosas todas las noches y si no era capaz le ofreció la opción de leer cuentos antes de dormir.
La segunda que pasease por los lugares que mas le gustasen aunque no le apeteciese y en caso de que el frío apremiase utilizase una bufanda larga y calentita.
Y la tercera y última petición fue antes de amar a nadie, quiereté y cuidaté para poder entregar tu corazón.

A la niña triste que no le apetecía ya sentir por nada ni por nadie seguir todas estas indicaciones le costo mucho, pero un día decidió hacer lo que este hada le pidió en su sueño.

Algo cambió en su vida, cuando salia a pasear, compraba chocolate y gominolas, cuando leia cuentos, soñaba con mundos fantásticos y se despertaba imaginando que esos sueños eran reales.

Lo tercero fue lo que mas le costo de todo y aunque nadie lo creía era lo más difícil y complicado. El hada vigilaba todos sus movimientos así que decidió solucionarlo proporcionándole a la niña una capacidad, le dejo ver lo que todas las personas que tenía a su alrededor sentían por ella y le enseño lo que su pequeño corazón se estaba perdiendo.

La niña lucho y sintió y fue feliz. Ninguna de sus dos amigas dejaron jamás de ser felices a su lado, y cuando se hizo fuerte y mayor dejo de llamarse niña tristeza a mujer alegría




El peluche

Todos los momentos mágicos de alguna manera u otra se convierten en inolvidables, por ello no dejan de ser fantásticos...

Quería darle una sorpresa a mi novia, siempre me ha gustado tener detalles con las personas que quiero, me encanta empaquetar los regalos, dibujar las tarjetas de regalo y llegar como si nada con algo que no esperan y esta vez le tocaba a mi pareja ser la víctima de mi pasión por los paquetes sorpresa.

Pasee toda la tarde por las tiendas del barrio y no encontré nada lo suficientemente tierno para la persona a la cual iba a ir destinado tal detalle. Entré en una tienda de juguetes y tropecé con un peluche de lo más simpático, era un perrito de color blanco, peludo y jugoso con un corazón rojo entre sus patas y una oreja un poco descosida; el encantador muñeco estaba solo y nadie se lo llevaba a su casa por el defecto así que decidí que ese muñeco iba a ser adoptado por una pareja de dos mujeres enamoradas.

Le arreglé la oreja, lo perfume con mi colonia y le fabriqué una pequeña casa echa de cartón. Coloque a mi pequeño amigo en su casa, lo empaqueté con papel de regalo y a la noche deje la casa encima de la cama.

A mi pareja le encanto el peluche y decidimos bautizarlo con el nombre de “Señor Perrito”, le dimos besos caricias e intercambiamos mimos entre nosotras, esa noche el Señor Perrito compartió nuestro amor y nuestra pasión convirtiéndose en uno mas de la familia.

Lo colocamos en una de las estanterías que tenemos en nuestro cuarto de manera que al entrar nos era imposible no echarle una gran sonrisa y saludarlo o a veces incluso ponerle otro muñeco a su lado para que tuviese con quien jugar.

Una noche cuando nos disponíamos a descansar en la cama, las dos al unisono dijimos:

-Buenas noches Señor Perrito.

-Buenas noches niñas-respondió con una voz sorprendentemente grave

Ante tal sorpresa nos quedamos boquiabiertas mirando como el Señor Perrito se bajaba de la estantería para sentarse en el regazo de mi mujer, darle un beso y saludarnos con sus pequeñas y suaves patitas.

-Todos tenemos derecho a hablar y a sentir-dijo todo convencido.

-Si, claro....

El señor perrito saco dos anillos de el corazón que llevaba y ofició una pequeña ceremonia de boda pidiéndonos que lleváramos la casa de cartón al salón donde tendríamos mas intimidad y solicitándonos que guardásemos a buen recaudo su secreto nadie podría saber que los peluches tenía sentimientos y vida.

-¿Porque nos has casado?-pregunté

-Porque necesitaba una familia que me adoptase, cuidase de mí y jugase conmigo y ahora que la tengo pues la cuido.

Fue uno de los días más importantes de mi vida, con este cura tan especial me casé oficialmente y con este muñeco tan genial, adopte un mágico hijo.

Una familia no es solo una madre y un padre, una familia son personas que se quieren que deciden compartir su vida libremente, por ello, nadie debería juzgar ni atacar. Desde aquí, gracias a mi mujer por estar a mi lado y al Señor Perrito por dar ejemplo.

viernes, 1 de febrero de 2008

Los Ogros y las Elfas

No a todo el mundo le gusta nuestra forma de vida, muchos atacan simplemente por miedo a lo desconocido, pequeña fabula instructiva.

En un lugar lejano donde varias nacionalidades habitaban juntas y en paz, donde decían que la libertad era la mejor bandera y donde las elfas rojas tenían un espacio en el cual podían expresar su amor lesbico libremente, dos ogros malvados pretendían tomar el poder para eliminar todo aquello que no fuera horrible como ellos.

Las elfas rojas eran unos seres nobles y pacifícos, participaban activamente en las decisiones comunes del país y defendían activamente los derechos de los mas desfavorecidos poniendo sobre la mesa muchas veces su propia vida. Eran hermosas y mágicas pero tenían dos características especiales: solo amaban a las mujeres y tenían un tono de piel rojizo, similar al de ciertas tribús indias.

Los ogros eran grandes y poderos, aunque no demasiado inteligentes, les gustaba demasiado el poder económico y les importaba muy poco los derechos sociales (al contrario que a las elfas). Usaban su fuerza bruta para asustar a los residentes mas mayores y cuando se sentían en minoría llamaban a los orcos de Rouco para asegurarse lo que ellos creían una victoria segura.
Jose Marí y Mariano así se llamaban los ogros se distinguían por sus extrañas maneras, su piel era azul y eran peludos, feos, y muy desagradables a la vista. Odiaban a las elfas y no soportaban su homosexualidad (realmente no soportaban nada que no fuese como ellos)

Los ogros malvados trazaron un plan, decidieron terminar con la libertad de las elfas rojas, realizando una campaña publicitaria al lado de los orcos negros. Utilizaron la familia como base e intentaron destrozar sentimientos tan puros como el amor, hicieron tal trama no porque quisiesen terminar realmente con las relaciones homosexuales y las familias monoparentales sino porque su afán económico y sus ansias de poder los obligaba a eliminar lo que no fuese como ellos, así el reparto les tocaba a más.

Las elfas rojas se enteraron de este plan por un compañero duende que era mensajero, estuvieron preocupadas y tristes. Esta vez el plan de los orcos parecía ser efectivo y ellas ante la palabra poco podían hacer mas que defenderse con lo mismo.

Durante meses aguantaron criticas, amenazas, insultos y difamaciones. Públicamente pusieron su mejor sonrisa y respondía a las vejaciones de los ogros realizando comentarios educados pero cortantes y secos. Un buen día las elfas rojas, se unieron con las mariposas lila, y fueron juntando un ejercito de seres que amaban a la libertad, los derechos humanos y los servicios colectivos y públicos. Se reunieron a escondidas para que Jose Mari y Mariano no se enterasen de esta nueva unión.

El nuevo ejercito salió a las calles con pancartas, protestó, lucho y por primera vez en mucho tiempo atacó directamente a los orcos y a los ogros. Ahora todos eran elfas rojas, ahora todos podían amarse en paz y en igualdad. Jose Mari y Mariano huyeron despavoridos, pero con la promesa a gritos, de regresar para terminar con la forma de vida de las elfas rojas.
Mientras las elfas se unan con otros seres que sufren opresión, mientras se organicen, y mientras mantengan conciencia de clase desfavorecida, Mariano y Jose Mari, nada podrán hacer.
palyginti kainas