Olores, impregnan nuestros sentidos, nuestros recuerdos, nuestras hormonas....
Existen muchas teorías acerca de lo que producen los diferentes olores en el ser humano, incluso hay una cosa llamada aromaterapia que explica todas esas reacciones y para que podemos utilizar las esencias en la mejora de nuestra salud, de nuestro estado de animo y un largo etc. Además a la mayoría de chicas que conozco les encanta oler bien, personalmente adoro las chicas perfumadas pero no en exceso.
Hace muchos muchos años en un reino muy lejano, una bruja poderosa creada pócimas mágicas para embrujar a todos aquellos que le encargasen algún hechizo para enamorar a alguien, curar alguna enfermedad e incluso doblegar la voluntad de aquellos que recibían aquellos mejunjes por encargo. La bruja tenía una hija a la cual enseñó todos sus secretos y esta a su vez realizaba las hechizantes mezclas mágicas intentando hacer el bien ayudando a todo aquel que tuviese un problema.
Paso el tiempo, las brujas se hicieron mayores, dejando de fabricar estas formulas y el tiempo que todo lo borra, hizo que se perdiese el conocimiento de las pócimas mágicas además de eliminar de la memoria lo que estas dos hechiceras eran capaces de conseguir. Lo que los habitantes de el reino no sabían, era que las dos magas dejaron escrito una pócima de amor, una pócima para que las mujeres enamoradas cuando la utilizasen no tuviesen ningún tipo de rechazo social, para que se amasen todavía más y para que cuando un problema las acechase la pócima les enseñase el camino para resolverlo.
Guardada en un cajón durante siglos la receta olvidaba a nadie pudo ayudar, pero siglos despues fue encontrada por una compradora de aquel castillo ancestral abandonado. Creyendo esta rica mujer que aquel manuscrito hablaba de un perfume decidió fabricarlo para “estrenar” la cocina de aquel lugar. Lo hizo con la maestría de una química, con amor delicadeza y esmero, dejando reposar una noche aquel preparado magnifico.
A la mañana siguiente, la mujer coloco en su cuello unas gotas de aquel perfume invadiéndola de pronto una maravillosa sensación de alegría y positivismo, la mujer se sentía mas hermosa que nunca, para ser sincera su imagen irradiaba fuerza y magnetismo.
Durante unas semanas la mujer continúo disfrutando de aquel olor embaucador, una noche, cuando se iba a retirar a su alcoba, su secretaría, sin mediar palabra la besó en los labios dulcemente retirándose a su cama educadamente. Esto se fue sucediendo noche tras noche sin tocar el tema por el día, cuando se dieron cuenta, llevaban veinte años juntas y enamoradas, utilizando siempre el mismo perfume mágico....
Quien sabe, quizás vosotras llevéis en vuestro cuello alguna pócima mágica, sacada de algún reino lejano y olvidado....
2 comentarios:
Me estoy haciendo adicta a tus post :D
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