El universo nos depara grandes sorpresas, las mejores las tenemos al alcance de la mano.
Todo el mundo tiene una caja de algún tipo en su casa, cajas importantes que guardan caudales o joyas, cajas de cartón que recogen ropa que apenas utilizamos, cajas que guardan libros o cajas que alojan nuestros grandes tesoros como recuerdos hermosos o fotos de seres queridos.
Mi caja preferida es una caja de metal azul, con dibujos infantiles de niñas jugando en su tapa. Me encanta esa caja porque habitualmente guarda dentro un montón de golosinas deliciosas a las cuales recurro cuando estoy triste o cuando tengo algo que celebrar y además me la regaló mi mujer una tarde que me estaba enferma por culpa de la gripe con lo cual le tengo mas cariño si cabe.
Mi caja de golosinas no guarda ningún tesoro repleto de oro y piedras preciosas, pero posee algo mejor, algo que podría pasar desapercibido, mi caja tiene un inquilino sabio e inteligente.
Si tuviese que elegir lo más importante de mi vida elegiría sin dudarlo ni un solo segundo a mi novia, cuando estoy con ella se detienen las agujas del reloj y se para el tiempo en su mirada. Todo lo que ella me ofrece es mágico y fantástico, y la caja azul con dibujos quizás ha sido una de las sorpresas mas agradables que he tenido.
La noche pasada no podía dormir, tenía frío y estaba sola, encendí mi ordenador para visitar blogs y entretenerme leyendo todo lo que albergan estas webs. Abrí la caja para escoger un caramelo que llevarme a la boca y me encontré con un precioso oso de chocolate con leche que casi no me atrevía a comer de lo bonito que era.
Puse al osito cerca del teclado del ordenador y navegue por hermosas páginas de relatos que acercaban mi corazón a mi amada, cuentos que despertaban mi romanticismo femenino y hasta cierto punto historias que me recordaban que esa noche no dormiría con ella.
-No se te ocurra comerme-dijo el oso de chocolate
-¿Porque no? Eres de chocolate- contesté
-Porque formo parte del regalo que has recibido y no sería ético por tu parte-afirmó moviendo la cabeza.
El oso se puso delante del monitor, impidiendo que pudiese leer los blogs. Comenzó a bailar graciosamente moviendo las caderas y el cuerpo como si estuviese en una discoteca. No pude evitar reírme.
-No debes estar triste, ella siempre está a tú lado y yo soy una pequeña muestra de ello.
No entendía que quería decir con eso y le obligue a que me lo explicase.
Las cajas no solo guardan objetos, también tienen secretos y alojan sentimientos, el muñeco de chocolate con leche, me hizo ver que lo importante no era lo que se veía si no lo que realmente llevaba dentro. Lo importante no era la caja de metal, ni el oso que me hablaba. Lo genial es que con esa caja mi pareja me regalo amor, lo que llevaba dentro era su corazón y eso es lo que me acompaña en mis noches en vela, además de la compañía de esta web de relatos.
No lo olvidéis las cajas pueden guardar los secretos mas ocultos.
1 comentario:
Excelente no me canso de leerte :D
Publicar un comentario