lunes, 9 de junio de 2008

La carrera de obstáculos

Todos tenemos una meta en esta vida, todos tenemos que superar carreras de obstáculos de vez en cuando y cuando tropezamos la mano que nos levanta es la que nos quiere de verdad.

Nunca se me dio demasiado bien el deporte y jamás entendí la palabra competición, supongo que mi forma de ver las cosas no encaja con las ansias de superación venciendo a alguien, creo que superarme a mi misma todos los días, en si ya es una gran batalla. Teníamos una carrera por delante, era tú carrera, podía abrirte las puertas para cumplir todos tus sueños; era una carrera de fondo, ardua y difícil, con enemigos voraces y sin escrúpulos que subían los listones de las vallas de salto por envidia, por miedo o simplemente porque les daba la gana.

En numerosas ocasiones me celaba de el entrenamiento de tu carrera te pasabas horas y horas estudiando el recorrido una y otra vez, a mi me encantaba cuando te sentabas en tu sofá con los libros pero de vez en cuando quería ser las hojas de papel acariciadas por tus suaves dedos de mujer.

No comprendía muchos de los conceptos de aquel recorrido marcados en aquel mapa, pero me daba igual, porque sabía que si lograbas cumplir tus sueños cumplirías los mios al verte feliz y realizada como profesional. Mi egoísmo sabía que si lograbas finalizar con éxito aquella aventura tu tiempo y tus atenciones serían para mí, mi corazón se aceleraba cada vez que una sonrisa tuya asomaba a tu cara, así que coloqué mi mano en la tuya convirtiéndome en tú copiloto, logrando así que tu triunfo fuese nuestro triunfo.

Nos engañaron con los mapas en más de una ocasión, en el recorrido aparecían caminos que en los libros acariciados por tus manos y memorizados en tú cabeza no se veían reflejados, nos exigieron más que al resto de participantes por ser dos, pincharon las ruedas de nuestro coche y nos obligaron a perder tiempo en relación a los demás competidores. Nos agotaron hasta que no pudimos más e incluso llegaron a tentarnos cuando mas sed teníamos con el abandono, pero nuestros sueños estaban en juego.

Tus sueños ahora son los mios, si tu corres yo lo hago contigo, si sufres y estas cansada me levantaré y continuaré por ti. Si nos adelantan, da igual cariño, solamente queremos llegar a la meta no ser las primeras. Como en Titanic “si saltas tú, salto yo” y con esa premisa llegamos al final con dignidad.

Si se puede imaginar, se puede lograr, así llevamos nosotras nuestra carrera, imaginamos el recorrido, imaginamos la meta, preparamos la siguiente competición y paso a paso, a nuestro ritmo lo conseguimos. ¡¡¡¡Ánimo!!! Recuerda nunca estarás sola, siempre estaré a tu lado, aunque a veces no lo demuestre lo suficiente.

Todos tenemos una mano que nos apoya y todas tenemos obstáculos que sortear pero con amor, tesón y paciencia siempre conseguimos lo que realmente deseamos, yo te deseaba a ti y ahora estoy a tu lado de copiloto.....



palyginti kainas