jueves, 20 de marzo de 2008

El estanque lésbico

La educación desde niños es importante para conseguir igualdad y derechos, la normalidad de los homosexuales no solo depende de leyes, la verdadera revolución para los que nos siguen pasa por la cultura.

La noche siempre ha formado parte de mi vida, bien por mi horario laboral o bien porque simplemente considero que el silencio y la magia de la noche, las estrellas y el poder de la luna en ocasiones ejercen un poder de paz y tranquilidad que otros momentos del día no se pueden conseguir.

La noche provoca sueños, momentos eróticos, románticos, placeres eternos inolvidables y momentáneos, cuentos hermosos y secretos que solo dejan de serlo en las noches más ocultas. La noche ha marcado mi vida y la de muchas otras mujeres, pero en mi existencia recuerdo una noche especial, una noche inolvidable, una noche mágica...

Antes de dormirme siempre me tumbo boca arriba en mi cama con los ojos cerrados, respiro profundamente y escucho lo hermoso del silencio nocturno, dejo fluir mi imaginación que afortunadamente suele llevarme a hermosos lugares donde la magia gobierna. Estaba ya rozando el nirvana cuando la puerta de mi dormitorio se entreabrió suavemente, levante mis parpados levemente para revisar que sucedía pero no conseguí visualizar nada que evitase mi caída al abismo del sueño. Cuando mi mente no vislumbraba lo que era sueño o realidad algo se tumbo a mi lado en la cama, noté algo suave, tierno que emanaba paz y tranquilidad lo abracé en mis sueños sintiendo un beso tierno y protector en la frente.

Abrí los ojos, una suave luz blanca iluminaba mi habitación y en la almohada me encontré con una pequeña rana de color verde, vestida con un bañador de cuerpo entero a rallas rojas, tenía una hierba en la boca y estaba sentada graciosamente a la cabecera de la cama, a veces la simpática rana acariciaba mi pelo con ternura, sus ojos saltones y vivaces parecían sonreír, cuando se fijo que estaba despierta la rana saludo con una de sus ancas.

Desapareció de mi vista durante unos minutos, la puerta de mi cuarto de nuevo se abrió pero esta vez subieron dos pequeñas ranas a mi cama, una era la que me acariciaba anteriormente, la otra igual de graciosa vestida con un bañador a rallas azules se colocó a su lado saludándome igual con su pequeña anca.

Me levantaron de la cama, me llevaron por la puerta de mi cuarto a un estanque repleto de aves tambien en pareja, ratoncitas, ardillas, peces de colores y nenúfares que parecian hablar. Lo mas sorprendente de el estanque fantástico era que todas los seres eran pareja y hembras, eran seres de cuentos. Eran personajes lésbicos y divertidos.

-¿Que es esto?-les pregunté.
-El estanque de los cuentos olvidados-respondieron las ranitas-aquí residimos los personajes de los cuentos que nadie quiere contar.
-¿Por que no?-pregunté de nuevo
-Porque nadie cuenta cuentos de los seres mágicos lésbicos, todos los cuenta cuentos relatan historias de héroes masculinos por ello residimos en este lago y no en libros.

Durante horas me relataron fantásticas historias de amor y aventuras, cuentos jamás imaginados, desde esa noche decidí que estos pequeños personajes tenían derecho a salir al mundo para vivir libremente en la imaginación de niños y mayores. Por ello existe este blog. Desde aquí gracias a las ranitas con bañador por luchar con sus sueños por sus derechos.

1 comentario:

Clementine dijo...

Bien por ti tus historias me tienen alucinando ser niña con estas versiones de cuentos :D

palyginti kainas